
Informe
La planificación lo es todo; el plan no es nada.
Recuperación y rendimiento de la industria:
El ex presidente estadounidense Dwight Eisenhower afirmó célebremente: "Los planes no valen nada, pero la planificación lo es todo". Esta perspectiva tiene una gran relevancia para la industria hotelera, especialmente en el contexto de la pandemia de COVID-19, que ha subrayado la necesidad de una planificación adaptable y estratégica.
Lecciones clave de la pandemia
La pandemia ha revelado varias ideas críticas para el sector de la hostelería:
La importancia de la flexibilidad:
- La capacidad de pivotar y adaptar los planes rápidamente es crucial. Aunque tener un plan es esencial, ser flexible y estar preparado para cambiar de rumbo es aún más importante.
Naturaleza cíclica de la economía:
- Los ciclos económicos son inevitables. El sector de la hostelería debe estar preparado para las fluctuaciones y evitar la complacencia en tiempos de prosperidad.
La inversión estratégica por encima del beneficio a corto plazo:
- Invertir en el futuro de la empresa debe tener prioridad sobre la obtención de beneficios inmediatos. Este enfoque garantiza la sostenibilidad y la resistencia a largo plazo.
Gestión de activos:
- Una gestión eficaz de los activos puede ser la diferencia entre la supervivencia y el fracaso de un hotel. Asegurarse de que los activos están preparados para el futuro o son reciclables es vital.
Valorar la salud y el bienestar:
- La pandemia ha aumentado la concienciación sobre la salud y el bienestar, convirtiéndolos en una prioridad tanto para los huéspedes como para los empleados.
Dependencias económicas y sociales:
- El sector de la hostelería depende de una mano de obra diversa, que a menudo incluye a trabajadores mal pagados. Reconocer y apoyar a estos trabajadores esenciales es crucial para la estabilidad del sector.
Planificación estratégica en el sector de la hostelería
Visión y estrategia a largo plazo:
- Una visión y una estrategia claras vinculan el presente con la dirección futura de la empresa. Separar el pensamiento estratégico de las operaciones cotidianas ayuda a gestionar los retos actuales mientras se prepara el futuro.
Aceptar el cambio y la innovación:
- La industria debe reexaminar, replantear y ajustar continuamente los planes. La innovación y la creatividad son esenciales para adaptarse a las nuevas realidades y tendencias emergentes.
Ajustes operativos:
- Los hoteles han aprendido el valor de la flexibilidad operativa, como alquilar habitaciones durante el día y proporcionar entornos favorables al trabajo. Esta adaptabilidad puede abrir nuevas fuentes de ingresos y mejorar la experiencia de los huéspedes.
Enfoque en la sostenibilidad:
- Preparar los activos para el futuro implica incorporar prácticas sostenibles. Esto incluye iniciativas medioambientales, compromiso con la comunidad y operaciones éticas que resuenen entre los consumidores cada vez más concienciados.
La pandemia de COVID-19 ha sido una llamada de atención para el sector de la hostelería, que ha puesto de relieve la necesidad de una planificación sólida y adaptable. Aunque el futuro inmediato sigue siendo incierto, las lecciones aprendidas durante esta crisis pueden ayudar al sector a desarrollar su capacidad de resistencia y a afrontar los retos futuros con eficacia. La planificación estratégica, la flexibilidad y la atención a la salud y el bienestar serán factores clave para garantizar el éxito a largo plazo de los hoteles.
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