
Experiencia en hostelería
La Fragilidad de los Destinos Turísticos y la Importancia de un Mix Resiliente.
El sector turístico, reconocido como una de las industrias más dinámicas y a la vez vulnerables ante cambios económicos, políticos y sociales, enfrenta un desafío permanente: la fragilidad de los destinos en periodos de crisis. It faces an ongoing challenge: the fragility of destinations during periods of crisis.
Los destinos que adoptan un enfoque estratégico y diversificado logran mayor resiliencia y mantienen su competitividad incluso en escenarios adversos. La clave radica en construir un “mix” que integre diversos atractivos y capacidades, reduciendo la dependencia de variables como el precio, eventos específicos, modas pasajeras o nichos de mercado.
Como ejemplo, podemos citar a la Ciudad de Buenos Aires, que ha consolidado un mosaico heterogéneo de atractivos culturales, gastronómicos, históricos y de eventos internacionales como la Feria del Libro o conciertos de renombre, además de su vibrante vida nocturna, sólida infraestructura y variedad gastronómica. Este equilibrio permite atraer distintos segmentos: turistas culturales, viajeros de negocios, familias y jóvenes.
La diversidad aumenta la resiliencia
En momentos de crisis, esta diversidad actúa como un amortiguador, ya que la resiliencia del destino no recae en un solo componente, sino en un conjunto complementario de atributos. Por el contrario, destinos que dependen únicamente de elementos singulares, como festivales, temporadas cortas o experiencias limitadas, enfrentan un riesgo elevado. Cuando cambian las condiciones de mercado o estos componentes fallan, la caída puede ser abrupta y la recuperación, mucho más lenta.
En las estadísticas de ocupación hotelera de los últimos meses en los diferentes destinos turísticos de Argentina podemos ver un reflejo más claro de estas afirmaciones:
Fuente: EOH, Indec, todas las categorías
¿Qué pasa con las categorías de productos turísticos?
Dentro de la oferta del sector, los diferentes productos turísticos suelen clasificarse desde los de alta gama (high-end) hasta los de gama económica (economy). Los productos high-end, gracias a sus tarifas elevadas que conservan márgenes en tiempos difíciles, y los productos midscale, que operan con estructuras de costos ajustadas y enfoques en eficiencia operacional, se mantienen con mayor estabilidad. En cambio, las categorías más económicas o nichos especializados son las más vulnerables, enfrentando mayores desafíos para sobrevivir en escenarios de baja demanda.
Aprovechar los momentos de auge para planificar estratégicamente
El período de prosperidad en el sector turístico representa la oportunidad exacta para definir y fortalecer ese “mix” estratégico. La inversión en infraestructura, capacitación y diversificación de la oferta facilitan la transición de la dependencia a la resiliencia. El objetivo es crear atributos que hagan atractivo el destino en distintas circunstancias y para distintos perfiles de turistas, consolidando así su posición competitiva.
La sostenibilidad como pilar estratégico
La sostenibilidad ha dejado de ser una opción y se ha convertido en un requisito imprescindible en el desarrollo de destinos. Integrar prácticas sostenibles en la planificación y gestión optimiza recursos, disminuye impactos negativos y fortalece la identidad del destino. En un mercado cada vez más exigente, la sostenibilidad es la base para construir destinos responsables, competitivos y resistentes ante futuras crisis.
En conclusión
La resiliencia de un destino depende de una estrategia de planificación integral que fomente la diversificación, la sostenibilidad y la eficiencia. Solo una visión a largo plazo, acompañada de acciones coordinadas, permite anticipar riesgos, adaptarse a cambios y asegurar un crecimiento sostenido. La inversión en una planificación estratégica consciente es, sin duda, la clave para garantizar un futuro sólido y sostenible para el turismo.